El Colegio Hebreo Monte Sinai te desea un feliz Pesaj.
Estamos próximos a conmemorar la festividad de Pesaj en donde reconocemos el valor de ser libres y poder expresar quién realmente somos, sin tener que rendir cuentas a nuestros opresores y tener que hacer lo impuesto por ellos.
Una pregunta muy común es, la salida de Egipto ocurrió hace muchos años, ¿por qué eso es relevante en nuestra vida personal hoy en día? Un concepto fundamental en el judaísmo es que no solo conmemoramos el pasado, sino que siempre hay un aprendizaje actual en nuestras vidas, quizá no somos esclavos del faraón ni de los egipcios pero sí somos esclavos de otras cosas que no nos dejan vivir con libertad.
¿Qué es la libertad?
La libertad es autodeterminación; es la capacidad de elevarse por encima de nuestras emociones innatas o de nuestras respuestas instintivas y viscerales ante el comportamiento y las elecciones de los demás. La libertad es la habilidad de decidir que no vamos a dejar que otros nos definan ni que decidan cómo sentimos, sino que nosotros, sólo nosotros, determinaremos nuestros sentimientos, nuestras respuestas y nuestras reacciones.
Los judíos de Egipto tenían derecho a sentirse repletos de ira y de deseos de venganza. Hubiera sido comprensible si hubiesen estado consumidos por emociones negativas dirigidas a los egipcios. Pero en vez de enfocarse en emociones tóxicas que los hubieran abrumado, llenándolos de odio e impidiéndoles moverse, en verdad se volvieron libres porque eligieron enfocarse en su nueva libertad y entonar el Halel a Dios, quien les había brindado esa libertad.
Pésaj es un momento para liberarnos de las cadenas autoimpuestas que nos retienen y nos impiden crecer. Gracias a Dios, no experimentamos el tormento de nuestros antepasados en Egipto. Pero muchos estamos aprisionados por emociones y reacciones viscerales ante el comportamiento de quienes nos rodean. Permitimos que otro se convierta en nuestro amo al dejarlo controlar cómo nos sentimos. Nos volvemos esclavos por nuestro dolor, nuestra ira, nuestra envidia, o nuestro deseo de venganza.
En Pésaj nos liberamos, dejamos de lado esos sentimientos y reconocemos que ser libre realmente implica que no podemos controlar cómo se comportan quienes nos rodean, pero podemos controlar cómo nos hacen sentir. Muchos continuamos llevando la carga pesada de ni siquiera comprender que tenemos la opción de sacarla de nuestras espaldas. Pero mientras más llevas tu carga, más pesada se vuelve. Y aquí ocurre algo muy importante. La persona de la que te sientes desilusionada, la persona que te ha herido, puede que ni siquiera lo sepa. Al seguir cargando esos sentimientos, no los dañas a ellos; sólo te dañas y te esclavizas a ti mismo.
Pesaj Kasheí Vesameaj.
Rab. Moshe Tussie